26 de julio del 2020
Desde el mes de marzo estamos viviendo una situación difícil con la pandemia global causada por el coronavirus SRAS-CoV-2, que provoca la enfermedad denominada COVID-19. La magnitud de las consecuencias es brutal. Los muertos se cuentan por cientos de miles, los afectados son ya millones y con los trabajadores de la Sanidad haciendo un esfuerzo titánico por salvar vidas y cuidar a los enfermos. Las consecuencias económicas nos están llevando al sufrimiento de personas. Mucha gente afectada por los ERTES o que va directamente al paro, empresarios que tuvieron que cerrar sus negocios durante semanas y con un futuro incierto. Millones de personas estuvimos confinadas en nuestras casas para evitar los contagios….. Y hemos vuelto, pero no a la normalidad. El virus sigue, a día de hoy, muy activo. Muchos gestos se han vuelto cotidiados en nuestras vidas: el lavado de manos, el echarnos gel hidroalchólico y colocarnos la mascarilla. Todo esto para poder relacionarnos entre nosotros de forma segura. Uno de los primeros pensamientos que me vienen a la cabeza, es la imagen de nuestros Hospitalarios del Monasterio de San Juan de Montealegre luchando a brazo partido contra las diferentes pandemias de peste negra que surgieron entre los siglos XI y XIV en los reinos de León y Castilla. Diferentes brotes, hasta que se desató de manera imparable en toda Europa en 1349.
Un patógeno, que ni siquiera es un ser vivo, ha borrado de un plumazo todo el estatus económico, social, geopolítico, religioso, etc… del mundo entero. Hemos descendido hasta el primer escalón, el que nos recuerda que somos Seres Humanos, una especie más que habita en este maravilloso planeta llamado Tierra. Llegó el momento de la reflexión. Llegó el momento de mirarnos a la cara sin filtros, sin etiquetas. Llegó el momento de preocuparnos, no solo de nosotros mismos, sino también de nuestros congéneres.
Desde la Asociación Vía Nova, queremos lanzar un mensaje de esperanza a todos. Queremos lanzar un mensaje de compromiso de trabajo para ayudar a TODOS, a las gentes de nuestros pueblos, a los empresarios, a las Administraciones Públicas, a salir de esta situación y trabajar por recuperar y si cabe aumentar el desarrollo económico de nuestros pueblos.
No queremos finalizar, sin recordar a todas las víctimas y a sus familiares. Nuestras condolencias a todas aquellas personas que han perdido a un ser querido a causa de esta pandemia.